-Bienvenido mi humilde señor.
-Gra…Gracias.
-Veo que le sorprendió mi carta.
-Si, un poco. ¿Quién es? La carta solo me indicaba esta dirección, y que usted conocía mi secreto. ¿Cuál es su nombre?
-¿Mi nombre? He tenido muchos, unos me confundieron con Vlad Tepes, me llamaron el Príncipe de Velaquia entre otros, pero el más conocido por mis… allegados, por así denominarlos, es; Drácula, el Conde de Drácula.
-¿Tu eres…? ¿Usted?
-Por favor, no me trate de usted Señor Cullen, irónicamente, eso me hace sentir; viejo jajajaja…
-¿Para…para que me llamaste? ¿Para que me has hecho venir aquí?
-Señor Cullen, parece enfermo, le veo pálido jajajaja…
-¡No juegues conmigo! ¿Qué quieres de mí? ¿Acaso me vas a matar?
-Jaja… Juraría que si pudiera llorar, estaría deshecho en lágrimas señor Cullen. No, no le voy a matar, no tengo la más mínima intención en ello. No veo la necesidad.
-¿Entonces? ¿Qué quiere?
-Por favor, no inste en tratarme de “usted”. Me desagrada sobremanera mente su actitud. Quiero que recapacite sobre su existencia, señor Cullen.
-¿Usted también?
-¿Como? ¿Entonces es cierto? Jajaja Mi querido hijo Lestat le ha visitado. Espero que no fuera muy brusco, es muy temperamental. Demasiado iracundo.
-….
-Bueno, deseo concluir cuanto antes nuestra reunión, ya que no dispongo de mucho tiempo. Mi apetito comienza a despertar jajajaj y es voraz jajaja… Por favor, piense en lo que le dijo Lestat, ya que no creo que deba repetírselo yo. ¡Los vampiros no brillamos! ¡Maldita sea! Usted consigue que me avergüence de lo que soy! De mi raza y de mi gente. ¡Usted no es más chupasangre que un abogado! Piense en ello por favor.
-…
-Ahora, márchese… Antes de nada, por favor, deje de comer pasto como una cabra, somos vampiros, no vegetarianos, esto se lo advierto como vampiro. Mis demás hijos, están muy disgustados con su persona, y no actúan con la misma mesura que yo… ¡Oh por favor! No ponga caritas… ¿Y ese olor? Juraría que sus calzoncillos han cambiado de color jajajajjajajaja….
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