viernes, 13 de agosto de 2010

Mi pasión:


Ese néctar afrodisíaco, bañaba mis labios y saciaba mi ser. Dulce néctar de pasión. No conocías la trampa de mi amor. Te entregaste a mi sin protección, totalmente desnudaste tu ser ante mi, y me ofreciste inconscientemente lo que yo buscaba, ello fue tu perdición.
Tu obtuviste lo que buscabas, el trato fue justo. Tu pediste placer, rozar el cielo con tus dedos, y yo te lo di, el un torrente de pasión. Mi premio fue saciar mi sed en tu ser. Puede parecerte macabro; mientras tu llama se va apagando, una llama que tanto calentó en esta noche, te lo he de confesar; fuiste como el vino, la mejor cosecha que he probado, un rioja exquisito, como los de antaño, dulce y afrutado, pero con cuerpo y carácter.
¿Sádico? ¿Animal? ¿Cómo puede pensar eso humilde lector?
No buscareis que me disculpe, espero
¿Qué queréis? Cada uno tiene sus pasiones, y la mía fue su sangre…

No hay comentarios:

Publicar un comentario