jueves, 12 de agosto de 2010

Sucumbí....


Te sentí cerca, tu ser se me iba iba acercando, paso a paso, centímetro a centímetro... Y su aliento cada vez más cerca, me arrinconaba más y más; no solo contra la pared, si no contra los impulsos del traidor que llevo en el pecho, y solo bombeaba sangre a una parte de mi cuerpo. Su cuello se iba torciendo levemente, y mis ojos recorrian en una sensual pasada, desde sus dulces labios a sus ojos marinos. No sé porque no escapé; pero presa de su embrejo me quede, y sus labios rozaron los mios...Unas milesimas de segundo que desnudaron mi alma, y mi ser, despogandome de la poca razon que me podía quedar...sentí en mi interior removerse algo inexpresable, algo inefable, abrirseme las puertas del Paraiso y derretirme como un helado de fresa al torrido sol de agosto... No sé por qu´q lo hice, no sé por qué caí en su juego, por qué sicumbí ante ti. Pero una fuerza descontrolada nos hizo fundirnos. Yo por amor...
Y tu por exceso de alcohol...
Desde aquel instante, eres mi pecado y mi droga...

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