domingo, 29 de agosto de 2010

El Paraíso se esfumó:




Como lo oyes… o mejor dicho, como lo lees. El Paraíso se esfumó, igual que la luz, el sol, la luna, las estrellas, el aire y la vida. Todo se fue, desapareció. Todo se fue con tu dulce sonrisa de niña, con tus dulces cabellos, con tus tiernos ojos caoba y tu divina piel morena, con tu celestial voz y suave tacto. Todo!! No queda nada, nada más que oscuridad, dolor y sombras de lo que no pudo ser.
Quise ser algo más que tu amigo, no tu amante, eso nunca. Quise ser tu protector, tu guardián, tu apoyo. El as de corazones con el que siempre pudieras contar.
Eras mi ángel enviado. Mi sonrisa. Mi alegría.
Nunca quise perderte, ni en mi peor pesadilla contemple tal dolor, que ahora me hábate de melancolía. Me creía buen actor para poder fingir, hasta no solo engañar a los demás, si no hasta poder engañarme a mi mismo, creerme que estaba bien, pero no soy capaz.
Quise ser parte de tu vida, pero muy lejos de ser tan solo un recuerdo estuve. Nunca creí eso de “son de mundos distintos” hasta que te perdí.

No citare tu nombre, me parece una tontería. Solo quiero que sepas, que te ame más que a nadie, y nunca quise que pensaras que seria capaz de mentirte o cualquier cosa deshonesta. Perdóname, si no te lo hice saber, pero no quería perderte con antelación.

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